sábado, 27 de noviembre de 2010

PARA REIR...

Era tan delgada, tan delagada,
que se tragó una aceituna
y parecía que estaba embarazada.

Era una calle tan ancha, tan ancha,
que en lugar de pasos de cebra
tenía pasos de elefantes.

- ¡Camarero, he encontrado un pelo en la taza y no es mío!
- Demelo por favor, lo guardaremos por si viene alguien a reclamarlo.



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